TORREJON DEL REY I. Los orígenes: ALCOLEA DEL TOROTE

En primer término, Torrejón del Rey; al fondo "Las Castillas"; en medio, en el curso del Torote camino de Galápagos, habría estado ubicado Alcolea del Torote.

     A la altura del pk 306 de la carretera N-320, si nos adentramos por el campo en dirección Galápagos, hacia el río Torote, encontraremos a poco de caminar, unas cuantas piedras dispersas, no muchas. Son los restos que quedan de la villa de Alcolea del Torote, también llamada de las Amargas, por unas hierbas que por estos lares crecían y tenían esta particularidad gustativa.



PRIMERAS REFERENCIAS HISTORICAS
     El lugar pudo estar poblado ya desde la época de los romanos y tal vez nos podamos remontar a la Edad de Hierro. En 1974 fueron desenterradas por un labrador, mientras araba unos campos próximos y en buen estado de conservación, dos estelas funerarias, aunque bien pudieran haber sido trasladadas desde otro lugar.
     Luego vinieron los visigodos y, a continuación, los árabes.
     Está documentado que entre los siglos IX y X se construyó una fortaleza árabe (lo que significa el nombre de "alcolea"), naciendo un importante asentamiento islámico sobre un "castro romano", cuya misión sería defender el valle del Torote frente a posibles incursiones cristianas que pretendieran llegar a Alcalá de Henares desde Uceda  y para servir de contención de la cercana Guadalajara, a tan sólo 20 km., de las frecuentes incursiones cristianas a través de la Campiña, desde el Sistema Central. Varios historiadores mantienen que fue la incursión de Rodrígo I, Conde de Castilla, en el 830, la que obligó a los musumanes a reforzar sus caminos y fonteras, ya que el noble castellano se adentró desde Somosierra hasta Talamanca.
     La primera mención de Alcolea en fuentes islámicas la suministra el Muqtabas V de Ibn Hayyan, que narra la expedición de Abd-al-Raham III en el año 920. Cuenta la crónica que el gobernador de Guadalajara había advertido de que los infieles habían atacado la ciudad, produciendo graves daños a la misma, para dirigirse luego hacia la cercana fortaleza de Alcolea, con la intención de sitiarla. Sin embargo, la unión de todas las fuerzas islámicas de la zona, doblegaron a las tropas cristianas, que se replegaron hacia el norte.
     Según las crónicas, la fortaleza fue ganada definitivamente para la causa cristiana por Álvar Fáñez de Minaya, sobrino y lugarteniente del "Cid Campeador", poco antes de conquistar Guadalajara en 1086, quedando la misma en un estado muy dañado. El 18 de diciembre de 1086, Alfonso VI donó una serie de tierras y lugares para conformar la Iglesia de Toledo. Entre ellas aparece mencionada, por primera vez, Alcolea (Alcoleia, in terra de Alcalá").



     Tras la derrota sufrida por las tropas de Alfonso VIII a mano de los almohades en la batalla de Alarcos (1195), que desestabilizaron el Reino de Castilla y frenaron todo intento de reconquista hasta la victoria de la batalla de las Navas de Tolosa, en 1212, Alcolea debió de quedar definitivamente arrasada, junto con Madrid, Alcalá de Henares, Talamanca y Guadalajara, entre otras poblaciones y fortalezas.


   
      A finales del s.XII adquirió independencia geográfica por sí misma y empezó a ejercer jurisdicción eclesiástica y jurídica sobre las entonces aldeas de Torrejón de Alcolea (actual Torrejón del Rey), Galápagos, Valdeavero y Ribatejada.
      En el s.XIII perteneció al señorío del Monasterio de la Vid. En 1311 paso a poder de las monjas de Santa Clara, de Guadalajara, que en 1332 la cedieron al Arzobispado de Toledo.

ALCOLEA EN EL SIGLO XVI
     De su situación a comienzos del s.XVI existe un importante documento: Es un  informe que ordena el Rey Carlos I a D. Luís Fernández Portocarrero y Bocanegra, Conde de Palma, hacia finales de 1518. En dicho informe, se comunica del estado de las fortalezas y castillos de Alcalá y Toledo.
     Respecto a la fortaleza de Alcolea del Torote, perteneciente a Alcalá, señala:
     "Se trata de una casa llana, sin armas, por otra parte innecesarias, por destinarse a pacífica vivienda y a granero de trigos. Vive en ella el mayordomo Francisco Ximénez y dista de Alcalá seis leguas."
     A finales del s.XVI Alcolea pasó a formar parte de la Corona. Felipe II fue vendiendo los derechos de villazgo a los pueblos que formaban su jurisdicción.

     Felipe II encargó durante su reinado una obra grandiosa, las "Relaciones Topográficas de los Reinos de España" (se trata de un documento que contesta a una especie de cuestionario previo, antecesor de lo que luego serían los Catastros), cuyo original se encuentra en el Monasterio de El Escorial. Respecto al referido a Alcolea, dice:
     "Su término es rico en caza menor, fundamentalmente liebres, conejos, perdices y ánades; abundancia justificada por la existencia de un extenso soto y dehesas pobladas de gran arboleda y espesa vegetación, zarzas, fresnos, sargas y otras especies vegetales. Los arroyos que la bordean son el Torote, Albaratar y Valdemora, atesorando en sus agua gran cantidad de fauna piscícola, anguilas, ranas, lampreas y bermejuelas, sin despreciar las truchas, barbos y cangrejos. El término posee leña en abundancia y sus tierras proveen de excelente pan y vino y, en menor cantidad, aceite. Cuenta con buenos pastos para el ganado lanar y vacuno; la sal la traen de las salinas que el Rey posee en Atienza..."
          

     El casco urbano se dividía en dos núcleos, el alto y el bajo.  El primero, situado en la parte superior de la ladera del castillo y el bajo junto al Torote. 
     Contaba también con una ermita, donde se veneraba a Ntra.Sra.del Castillo (una talla románica de las llamadas vírgenes negras, de amplio significado esotérico y habitual proliferación en la provincia de Guadalajara), situada en lo alto de la Villa.
     En los arroyos existían molinos harineros, donde se molía el trigo en invierno; en verano, al bajar el caudal de los arroyos, bajaban a moler al río Henares y al Jarama, a la altura de Talamanca.
     No fue nunca Alcolea una villa populosa, aunque en sus mejores momentos pudiera llegar a 700 u 800 habitantes. En 1579 contaba ya sólo con unos 80 vecinos, comenzando a finales del s.XVI una notoria y acelerada despoblación.


DECLIVE Y FIN DE ALCOLEA
     Las guerras, las pestes y las persecuciones religiosas son la causa fundamental de que existan en toda España lugares despoblados. Alcolea no podía ser una excepción.
     A mediados del s.XVII Alcolea ya había quedado despoblada y abandonada y sus casas derribadas. Entre las distintas hipóteses que intentan explicar la desaparición de su población, está su ubicación en zona de confluencia de arroyos; cuando el Torote fue perdiendo caudal, se fue propiciando la aparición de múltiples charcas y con ellas, al ser aguas estancadas, la aparición de numerosos mosquitos que, junto con las moscas y tábanos propios de la convivencia con el ganado, fueron haciendo del lugar un espacio insalubre y molesto para vivir, apareciendo enfermedades transmitidas por las picaduras.
     Otra hipótesis supone que fue una epidemia de cólera que causó gran mortandad. Poco a poco, la población fue emigrando a terrenos más sanos, instalándose finalmente en Torrejón del Rey.
     En 1826, el Doctor Sebastián de Miñano, en su "Diccionario Geográfico Estadístico", destaca:
     "... Tiene 2 barrios, uno arriba sano y otro abajo enfermizo; la baña el arroyo Albataján, de cual y del Valdemora se forma el Torote río peligroso por sus avenidas..."
     Y según el diccionario de Madoz (1846-1850) el último edificio en pie fue la iglesia, localizada entre los dos barrios de Alcolea, de estilo mudéjar del s.XVI, denominada Santa.María del Arrabal, al final derruida por ser cobijo de forajidos y bandoleros:
     "...No queda casa alguna, porque las que habían quedado fueron derribadas en el año de 1836. La iglesia fue demolida con autorización del vicario de Alcalá en 1841 y sus materiales se invirtieron en la construcción de la casa del Ayuntamiento de Torrejón del Rey, al cual Alcolea se haya ahora agregado, y en la Iglesia del mismo se conserva la imagen de Ntra.Sra.del Castillo, titular de aquella y el resto de imágenes, retablo y ornamentos que quedaban..."
     En 1936, al principio de la Guerra Civil, quedó destruido la mayoría del patrimonio que contenía la Iglesia de Torrejón del Rey, incluidos los que atesoraba de las desaparecidas iglesias de Alcolea y las dos Camarmas.
Portada del Diccionario de Madoz


  

EL CONDADO DE ALCOLEA DEL TOROTE
     Fue concedido por el Rey Carlos II en 1697 a Jerónimo Francisco de Tordesillas y Cepeda, hijo de Rodrigo Antonio de Tordesillas Cepeda y Calderón, Tesorero del Real Alcázar de Segovia y Regidor de la ciudad, y de Juana de Brizuela y Gamboa.
     Actualmente, Dª Belén Juliá Díez de Rivera es la XIII Condesa de Alcolea del Torote.


Autora: Chon Paricio
Fuentes y Bibliografía:
 "Historia de Torrejón del Rey e Introducción a la Historia de Alcolea del Torote", de Vicente Murillo Ramos            (Ed. Amura VI)
 "Escritos de Antonio Herrera Casado" 
 "El Condado de Alcolea del Torote", por Rafael Portell Pasamonte
 "Villa de Torrejón del Rey, una mirada al pasado", editado por La Engástula Ediciones, dentro del programa           "Los legados de la tierra" (Gobierno de Castilla-La Mancha)
 "Despoblados de la provincia de Guadalajara", de J.Antonio Ranz Yubero y otros. Obra social y cultural de             Caja de Guadalajara. 2009
 Wikipedia
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